El Calafate es una ciudad plana en general, solo con algunas lomadas, pero se presta para recorrerla en bici, sobre todo en la Avenida Costanera que se extiende por más de 10 km asfalto e incluye un tramo de bicisenda hasta Punta Soberana, el final de la ciudad. En diferentes hostales y en agencias turísticas sobre la Avenida Del Libertador, se pueden rentar bicicletas, que vienen provistas con casco y en algunos casos incluyen canasta.
Comprar una vianda, cargar agua y elegir vos el lugar donde parar, puede ser un buen plan para los exploradores, también se pueden dejar tentar y probar un brunch en alguno de los bares costeros como “La Chacarita de Nimez” o “La Cantina”, que ofrecen buena música, excelentes servicios, y cervezas artesanales. En el mismo recorrido costero podés encontrar lugares más formales para la cena a los que también podés llegar en bicicleta, como “El Cucharón” o “Rústico”.
La única dificultad para disfrutar de la bicicleta, es el viento, que especialmente en verano suele soplar con mucha fuerza después del mediodía. Recomendamos mirar el pronóstico del clima antes de emprender una aventura. El más usado en la zona es la página o app de windguru.